Quisiera correr, saltar, gritar y en el viento girar todo a la vez y en su momento esos labios besar. Quisiera recorrer con mis dedos esa espalda delicada pero varonil sin ningún sentimiento de miedo ó siquiera culpa, otros labios están por todo mi cuerpo pero es como si yo no estuviese allí como si fuera una espía en la situación, mi mente se distrae con el pasar del viento, mis labios dicen que duele pero no le importa esta atado a mi sexo como si fuese miel el dolor me hace dar cuenta que me esta sucediendo a mi , a mi que imaginaba otros labios otros dedos y otras palabras mientras ambos nos satisfacíamos, pero las cortinas desgastadas de la habitación de ese viejo burdel me impiden soñar mas allá de la ventana con rejas.
El cliente ya se fue y mis piernas ensangrentadas no pueden reaccionar al movimiento es la hora precisa donde me inyectan droga para poder mantenerme atada a la pata izquierda de la cama donde duermo entre semen, es hora de atender a alguien mas pero esta ves quiere regarse dentro de mi boca mientras beso su pene; algo suena y la gente esta alborotada mi cliente que acababa de entrar a la habitación se subió la cremallera y se fue gritando groserías mientras me miraba y decía con tono irónico y algo soez que luego me haría el cariñito , escucho tiros y muchos gritos por fin todo se torno silencioso y una voz que sube por la escalera pregunta si queda alguien mas y entre mi trance grito sin sentido.
Un hombre alto, robusto y de uniforme con una bandera tricolor me lleva en sus brazos diciendo palabras que no comprendo en un idioma que no entiendo, me llevaron al hospital mas cercano de Londres donde al tercer día de estar en coma me dieron por muerta lo malo es que a los 3 minutos mi corazón volvió a latir y ahora día a día vivo la pesadilla de no saber porque tengo SIDA si siempre pedía condón
Y el cariñito nunca llego
Suscribirse a:
Entradas (Atom)